Hoy estaba escuchando francés mientras optimizaba un sistema que he diseñado anexo a un microscopio electrónico... horas más tarde estaba escuchando rock mientras pegaba mis miniaturas. La vida da tantas vueltas que este fin de semana he vuelto a subirme a unas tablas, a defender el rock´roll... tantas, tantas vueltas que ese retorno al tablado lo hice con una formación totalmente nueva, y acompañado por una persona que ya no creí que volvería a dejar entrar en "mi hogar".
Reflexiono, pienso en quien soy; en cómo he llegado hasta aquí, en lo "viejo" que me hago y en la cantidad de cosas que aún me quedan por hacer. Pienso en hoy y en ayer. Pienso en mañana, en nosotros, en mí, y en quienes han estado ahí a las duras y a las maduras. Pienso en cómo me ha ayudado mi círculo más próximo, gente que pase lo que pase ya forman parte de mí y que nunca, nunca jamás, volveré a dejar de lado. Reflexiono... reflexiono y pienso en cómo soy hoy, igual que antes, pero distinto... sin lugar a dudas, toda esta experiencia me ha cambiado, me ha hecho madurar y ver las cosas con otros ojos. He cambiado varios chips en mi cabeza.
La vida es corta, y lo único importante en ella es disfrutarla sin hacerle la puñeta a la gente. Disfrutarla con los tuyos. ¿Qué importa el orgullo herido?. Al final, lo importante es poder compartir las experiencias con quien quieres. Escribo y pienso... querría que cuando me llegue la hora, se me recuerde por mis actos... y quiero que esos actos sean de bondad, sabiduría y cariño. He cometido errores, he aprendido de ellos. He llorado y he reído. He elegido llegar hasta aquí, y seguir adelante; muchos de los capítulos del libro de mi vida están escritos por amigos, familiares y personas especiales; algunas se van, otras se quedan... y otras se van y resulta que vuelven.
Quiero hacer las cosas bien, quiero seguir sintiéndome en paz conmigo mismo. Quiero que quienes me rodean sean felices. No quiero, de ninguna manera, cometer más errores.
Aún queda tanto por aprender...
